viernes, septiembre 9

Top Messenger

Juan Carlos dice:
Oye
Toni i/o Eulàlia dice:
Dime
Juan Carlos dice:
Nada
Juan Carlos dice:
Mira, es que
Juan Carlos dice:
te han nominado
Toni i/o Eulàlia dice:
¿Nominado?
Juan Carlos dice:
Si. nominado par abandonar Sangre y Fuego.
Toni i/o Eulàlia dice:
Para abandonar. ¿?
Juan Carlos dice:
Si. nuestros lectores. Como esto está empezando a crecer y cada vez somos más, se acordó nominar a uno de nosotros cada semana.
Toni i/o Eulàlia dice:
¿Se acordó? ¿Quién acordó qué?
Javier acaba de agregarse a la conversación.
Javier dice:
¡Que lo echen!!!!!!!!!!
Toni i/o Eulàlia dice:
Oyeoye, que os estáis quedando conmigo. ¿Esto qué es? ¿La conjura de los necios?
Javier dice:
Que siga hablando así!! que me lo cargo!!!
Juan Carlos dice:
Mira Toni, lo siento, pero a nuestros lectores no les va tu estilo.
Toni i/o Eulàlia dice:
Lectores? Pero si no tenemos lectores!!!
Juan Carlos dice:
Si hombre. Esos del ejercito de los USA. Prefieren a Javier, con todo ese desperdicio de sangre que le tira tanto a él.
Javier dice:
Que lo maten!!!!!!
Juan Carlos dice:
Y luego está Nimra, claro.
Toni i/o Eulàlia dice:
Nimra? Qué ha dicho Nimra?
Juan Carlos dice:
Nada, de ti nada. desdde que ha descubierto los lúbricos textos de Pablo no tiene palabras para nadie más.
Toni i/o Eulàlia dice:
No jodas.
Javier dice:
Que le jodan!!!!!
Toni i/o Eulàlia dice:
Oye, javier, vete callando que eso lo lee mi mujer.
Juan Carlos dice:
Pues si, toni. la cosa está así. Empezaste muy fuerte pero luego te has ido poniendo cada vez más neuras. Sentimentalismo barato, rollo místico… No hay público para eso. esto es Sangr y fuego. la sangre mancha y el fuego quema.
Juan Carlos dice:
Y la movida esa catalana qu te has montado no la lee nadie.
Toni i/o Eulàlia dice:
Tio, no te pases. me estás dejando hundido.
Juan Carlos dice:
Tendrías que espabilar un poco. Deberías haber dejado atrás ese tono tan sentimentaloide a tu edad.
Javier dice:
Que le saquen el corazón!!!!!!!!!!!
Toni i/o Eulàlia dice:
M’esteu començant a tocar els collons
Juan Carlos dice:
Cómo?
Toni i/o Eulàlia dice:
Nada, nada. catalanadas mías. Que decía que e l próximo post lo haré sobre colonos. Israelíes de esos. A ver si los del US Army se enrollan un poco más conmigo y no me echan.
Juan Carlos dice:
Toni, me parece que no me has entendido bien. Tú eres el único nominado a abandonar Sangre y Fuego. Eso equivale a la expulsión inmediata.
Toni i/o Eulàlia dice:
Tío, no me jodas. Que soy el Toni. Que somos colegas.
Javier dice:
Que lo cuelguen!! Que lo cuelguen de los colonos!!
Toni i/o Eulàlia dice:
Pero quieres callarte ya!!
Juan Carlos dice:
Toni, controlate por favor.
Toni i/o Eulàlia dice:
Y a ti? A ti no te echan? A ti quien te lee?
Juan Carlos dice:
No te pases. Yo soy el jefe.
Juan Carlos dice:
Ya me puedes ir cerrando la puerta al salir.

Nuevo relato en "¿Quién dijo miedo?"

Odio las vacaciones, sobre todo cuando no son vacaciones. Pero todo final tiene un principio, y viceversa: un nuevo cuento. El amor es un bastardo.

PELUCHE


Peluche era un pequeño perrito, de esos que apenas levanta veinte centímetros del suelo. Era el alma de la casa, hasta que llegó él.

Carlitos, le llamaban. El estúpido bebé rosado, acaparaba todas las atenciones de sus dueños.

Se acabaron los paseos por el parque, los juegos en el salón, dormir en la misma cama. Hasta habían retirado su platillo de la cocina, desplazándolo hasta el jardín.

Así que, no sé de qué se sorprendieron cuando encontraron a Peluche cubierto de sangre, encima del cuerpo inerte del recién nacido.

Al fin y al cabo, sólo buscaba recuperar su lugar.

NUEVO RELATO EN FIRMA INVITADA

Alfredo Álamo, uno de esos tipos que merece la pena conocer, nos presta un cuento que fue elegido para el Visiones 2004. Lo podéis leer en: http://firmainvitada.blogspot.com/

jueves, septiembre 8

OCULTO

Sigo oculto, escondido, invisible. Sé que me persiguen, vigilan, observan. No los conozco, pero ellos a mí, sí. Me hablan; En susurros. Me dicen que me buscarán y no pararán hasta hacerlo.

Miedo, terror, pánico. Intento olvidarles, pero ellos me recuerdan que siguen ahí, fuera, esperando a que salga.

Aquí no me encontrarán, lo sé. Tengo un plan; Permaneceré así hasta que olviden que existo.

Escucho como se abre la puerta; Vienen mis amigos; ellos me cuidan. No saben la verdad, no quieren creerla. Da igual; Lo prefiero así. Que vivan ignorantes, que crean que somos los únicos que existimos. Eso les salvará la vida.

- ¿Alguna mejoría?- el Doctor rellenaba el informe como todas las mañanas. Aquello se había convertido en una rutina.
- Ninguna. Sigue en el mismo rincón de siempre. Es un caso perdido- respondió un enfermero
- ¿Habla?
- No; Sólo mira fijamente a la pared.
- Bien. Dale la dosis habitual.

Noto como las voces se calman. Me han perdido el rastro. Espero que para siempre

SOY ADICTO A LA SELECCIÓN ESPAÑOLA

Mira que lo pensé antes de ponerme delante del televisor, pero al final uno es débil y coge el mando a distancia y ¡ala a ver el dichoso partido de la selección!.

Si, lo reconozco, soy aficionado al fútbol y seguidor de la selección española (un estado plurinacional que…algún día hablaré del tema). No sólo eso; Para rematar la faena soy seguidor del Atlético de Madrid.

La ecuación para determinar mi estado futbolístico sería: Selección + Atlético = Sufridor elevado al cuadrado. Ya sé que es una suma, pero el sufrimiento crece de manera exponencial, se multiplica.

El caso es que, después de cada mundial, europeo o cualquier torneo en general, me intento convencer: “este es el último”, “siempre lo mismo”…pero estando en el país que estamos, en el que cualquier periódico o telediario nos bombardea con titulares al estilo de “Este año si”, “ilusión” o “Ganar o ganar” a uno le entra la épica y recuerda la llamada furia española y como que apetece sentarse con tus amigos a disfrutar del partido.

Luego, claro, lo de disfrutar es una manera de hablar. Te das cuenta de lo mal repartido que está el mundo; Tú que juegas todos los domingos a las nueve de la mañana en esos campos de Dios y ¡pagando! ves como esas supuestas estrellas se llevan las manos a la cara con gestos de dolor con cualquier golpecito. ¡Más sangre, por favor! ¡ que estáis cobrando mas que todos mis amigos juntos durante toda nuestra vida!. Yo pienso muchas veces “si yo estuviera ahí…” pero no estoy, y no queda otra que ver como, una vez mas, nos quedamos con la cara de tonto delante del televisor.

Eso mismo me ha pasado esta noche. Yo ya lo sabía; Vamos a ver ¿No entienden que el Vicente Calderón es del Atleta, es decir “El pupas? Y ¿Qué Luis Aragonés es del Atleti? ¿Y que Raúl fue del Atleti?, ¿Y que Torres también? ¡Si es que estaba cantado que era imposible ganar!. Juega en el Bernabeu, o que lo entrene Florentino Pérez, el ser que no es de este mundo (palabras de Butrageño, “Buitre” por varias razones ya).

Tampoco pasa nada, pero uno se va a la cama apesadumbrado, triste. La sensación es como si acompañaras a un amigo a ver una nota y tu apruebas y él no, que uno no sabe que decir.

Los periódicos de mañana, ya estarán pensando titulares originales: “No pudo ser”, “Faltó suerte”, “Queda mucho por decidir”, es decir lo mismo que desde hace años. Esto hace que no tengan que trabajar mucho; Cambian las fotos y los nombres y vale el mismo texto: “Los jugadores lo intentaron hasta el último minuto, pero la mala suerte impidió lograr una merecidísima victoria…”. ¿No me creéis? Mañana compraros alguno y lo podéis comprobar.

En fin, que el siguiente partido, prometo no verlo, en serio.

Otra cosa, ¿Alguien sabe el día y la hora del próximo? Es para no hacer planes ese día, claro.

miércoles, septiembre 7

DECISIONES

El consejo se reunió de inmediato; El joven Og había llegado demasiado lejos y era momento de tomar decisiones.

- Debemos desterrarle; No escucha y hace y deshace a su antojo – dijo el mas anciano de todos- Pronto otros le seguirán.
- Estoy de acuerdo; Los Dioses parecen enojados, Sino, ¿Por qué las mandas de mamuts abandonan la pradera?- la voz del jefe era grave, profunda.
- Hagámoslo pasar.

Nervioso, el joven esperaba en el exterior de la cueva; Sabía que su traición podía costarle la vida, aunque no entendía por qué. Alguien salió a buscarle; Lento, pero con paso firme, se dirigió hasta el interior.

- Has desafiado a nuestros Dioses y ancestros y deberás pagar por ello – uno de los guerreros se adelantó al resto al hablar- Tú eres el culpable de que no tengamos suficiente comida para el invierno.
- Ten cuidado Bro, deja hablar a Nur – interrumpió el anciano- Él es el jefe y no lo debes olvidar.
- A partir de este momento, no perteneces al Clan. Debes irte- concluyó Nur.

Og no pudo o no quiso decir nada. Ellos no comprendían que las tribus de “los sin pelo” empujaban a las manadas hasta su territorio. Tampoco entendían que el tiempo estaba cambiando y los días de lluvia y nieve eran cada vez mas y el Sol no calentaba como antes. Su crimen, haber creado fuego, sin esperar a que éste llegara en forma de rayo o de cualquier otra forma. Ya no haría falta avivar la hoguera que durante años cuidaron todos los miembros y podían recorrer mayores distancias. Podían ser dueños de su destino, pero los mas viejos, veían en él motivo de discordia y maldecían sus ideas.

Recogió sus pocas pertenencias y caminó hasta adentrarse en el bosque. Nadie salió en su defensa, aun cuando algunos pensaban que hacía lo correcto. Sabía que sobreviviría; la caza para una persona sola era más fácil y podía crear su propio fuego.

No le hizo falta; una partida de “los sin pelo”le encontró. Reticentes en el inicio, le hicieron partícipe de su alimento y le invitaron a unirse a ellos. Eran extraños y emitían extraños sonidos de sus gargantas, pero les veía mas cercanos que a los que habían sido su familia.

Entretanto, el consejo seguía reunido, celebrando su decisión. No comprendían que, sus decisiones sentenciaban a muerte al Clan. Su tiempo había pasado y sus miedos eran sólo un paso mas a su fin.

martes, septiembre 6

Bolsas de Basura

Una linterna. Una manta. La navaja que te regalaron el año pasado. Vendas. Algún medicamento. Por si ocurre lo peor. Un chubasquero. Algo de abrigo también. Un jersey o... la chaqueta. La chaqueta está bien. Otros pantalones. Unos calzoncillos. Calcetines. ¿Algo más? Calzado.

Ahora comida. No hay mucho. Un cartón de leche. Unas bolsas de aperitivos. Un trozo de pizza de hace un par de noches. ¿Será suficiente?. Agua. Agua embotellada. Limpia Fresca. No la olvides. Allí no tendrán.

Y la documentación. Es importante. Dice quién eres. Dónde vives. A quién le importas. Tienes que llevarla encima. Debes llevarla. Así podrán identificarte si... No pienses en eso. No va a pasar.

Bien, ya está todo. ¿Dónde? ¿Dónde lo puedo llevar? La mochila. La mochila de la pequeña. No. Se la llevó. Ella se la puso a la pequeña. La llevaron con ellas. ¿Estarán bien?. Claro. Están lejos.

No te distraigas. Necesitas algo para llevarlo todo. Algo como... Una maleta. No. Una. ¿Cómo se llama?. Da igual. No lo tienes. ¡Una bolsa!. Las del supermercado no sirven. Son de papel. Necesitas una de plástico. Como.. Como las de la basura.

Ahí hay una. Cógela. Mételo todo dentro. Anúdala. Ciérrala bien. Hazlo o todo se mojara. Bien. Resistirá. Átala a tu muñeca. Que no se pierda. Que no se separe de ti.

Ya se oye. Ya viene. Sube. Corre. Sube. Por la escalera. A través de la trampilla. Al tejado. Hay más gente. La chica guapa del tercero. El viejo huraño del último piso. Y ese tipo. El que crees que es gay. Te ayuda a subir. Esperáis juntos.

Lo ves. Cada vez se oye más. Ensordece. Levanta olas en el agua. Salpica. Da igual. Es la salvación. Un hombre baja. Los demás subís. Ya estás abordo. Sube. Sube. Sube.

Desde aquí lo ves todo. Eres como un pájaro. Al principio solo es agua. Mucho agua. Parece un océano. Luego ves casas entre el agua. Y gente entre las casas.

Gente que grita. Gente que ondea los brazos. Gente que pide ayuda. Gente que sufre. También ves gente que corre con cosas en los brazos. Gente que la persigue. Gente que se dispara. ¿Dónde has visto eso? Ya lo recuerdas. Ya. Te sientes más identificado que nunca con esa gente. La gente del turbante. Allí no hay agua. Hay gente muerta flotando en el agua.

Baja. Baja. Baja. Habéis llegado. Hay una manifestación. No. Es una cola. Hay que esperar. Esperas. Esperas. Esperas tanto que no recuerdas la razón. Ah sí. Quieres entrar.

Pasa mucho tiempo. Miras el reloj. No está. Se lo diste a Ella. Era caro. Le servirá. No sabes cuanto has esperado. Pero es mucho tiempo.

Entras. Por fin. Hay mucha gente. Huele mal. Te dan una manta. Ya tienes. Otra persona la necesitará. Comida. Barritas del ejército. Para después. Vas hacia un colchón en el suelo. Bienvenido a tu nuevo hogar.

A tu lado un anciano hace olas cola la mano. Una mujer llora. Una niña juega como si nada pasara. Te sientas. Abres tu bolsa. Sacas la pizza. Comes.

Y lo ves. No sólo tú llevas tu vida en una bolsa de basura. Todos. Todos tienen una. Azules. Verdes. Grises. Negras. Bolsas de basura llenas de secretos, recuerdos, esperanzas y sueños.

Y lo comprendes. Tu hogar es ahora un vertedero de vidas rotas.

EL AVIÓN ES EL TRANSPORTE MAS SEGURO DEL MUNDO

Quiero creerlo, en serio, pero no puedo. Y mas después de ver 1,2,3,4...¡6 accidentes en prácticamente un mes!. Por mucho que me digan que en comparación con otros medios de transporte, el avión tienen menor tasa de accidentes, en cuanto salgo a la carretera en hora punta, no hago mas que echar números y al final siempre llego a la misma conclusión: Por muchos vuelos que haya a la hora, coches habrá, que se yo, ¿el triple en ese mismo tiempo? y ¡casi todos llegan a su destino!. Que el que hace las estadísticas seguro que trabaja en Iberia o le dejan viajar durante toda la vida gratis.

Pero no es eso lo que me preocupa realmente. Ahora, los accidentes llevan la coletilla “compañía de bajo coste”. No sé es como si te dijeran “tu monta y ya veremos si llegamos”, como si valiera de excusa. Yo imagino al que hace la estadística(si, le tengo manía, ¿pasa algo?) diciendo: “Bueno, bueno...Este no cuenta”.

La verdad que ahora, la gente se lo piensa mucho a la hora de embarcar. En cuanto se escucha algún ruido seguro que la gente empieza a murmurar, “¿es esto normal?”, “Pues así empezó el de Caracas...” y claro así no hay quien viaje a gusto.

Y es que en eso de viajar estamos muy atrasados y las medidas de seguridad no avanzan con los años. Todavía subes al avión y te dan las mismas instrucciones que hace decenas de años: cinturón, máscara de oxígeno y un chaleco; Que la primera vez pase, pero, ¿No se dan cuenta que eso no salva a ni Dios?.

En fin, que yo, hasta que no construyan el avión con el material de la caja negra, intentaré evitar volar... A no ser que viaje conmigo el de la Estadística

ACTUALIZACIONES

En las secciones quiendijomiedo.blogspot.com y versosdefuegoysangre.blogspot.com tenemos nuevos contenidos. No dejeis de pasaros

lunes, septiembre 5

LUZ


El brillo era intenso, cegador. Era tentador, imposible de ignorar. Les llamaba, les decía que se acercaran, que no tuvieran miedo. La leyenda decía que allí estaba su creador, el que explicaría cuál era el por qué de su existencia.

No eran las primeras ni serían las últimas en caer en tan tentadora trampa. El ritual se repetía todas las noches y nadie regresaba para contar que era aquella luz como el Sol. Había que ser rápida; Sabían que era fugaz la aparición y no podían desaprovecharla.

Un chisporroteo, otro mas, hizo que giraran la cabeza hasta el foco.

- Habrá que hacer algo con esas moscas- dijo alguien.
- Apaga el foco, estaremos mejor a oscuras.

LUNES, MALDITO LUNES

Es lunes y eso significa que el fin de semana ya ha llegado a su fin. Bueno, en realidad termino a eso de las seis de la tarde del domingo, cuando empiezas a organizar el trabajo que te espera la semana siguiente. Es curioso, pero de esa manera acortas tu tiempo de descanso. Al final, del sábado y domingo apenas te queda un día y medio.

Ya ha vuelto todo el mundo; O eso o todos los conductores se han puesto de acuerdo a la hora de salir. El habitual atasco es la señal para comprender que, el verano ha acabado y con ello, los sugerentes anuncios de viajes a cualquier lugar del planeta. Da igual, porque, a partir de ahora, empezaremos con la Campaña de Navidad. A cuarenta grados y algún anunciante nos muestra una bucólica estampa de un paisaje nevado con el que intentar convencernos de que compremos polvorones, cava y juguetes. No hay tregua para nuestros bolsillos: Navidad-rebajas-primavera de color-vacaciones-rebajas-libros-navidad... El próximo año voy a sustituir las cuatro estaciones por las campañas de los centros comerciales; Me veo comprando turrón en pleno mes de Julio, ya veréis.

Si la tarde del Domingo es triste, peor es la noche. En la televisión, todos insisten en colocarnos el fútbol. No me importan, soy aficionado, pero llega a aburrir tanta cobertura y análisis. Aquellas cadenas que no tienen los derechos, se dedican a llenar la parrilla con infumables telefilmes y ¡OH, sorpresa! Una Gala de Operación Triunfo.

No tengo nada en contra de los concursantes de OT, pero llegan a cansar un poquito, sobre todo en los resúmenes. Su vida se ha convertido en un musical: Están comiendo y a cantar, están hablando y a cantar. Estos chicos van a tener un problema cuando vuelvan al mundo real, allá ellos. El caso es que, al final, me tragué el programa entero, y terminé totalmente deprimido: La nueva generación OT son clones de los primeros triunfitos, con sus grititos, bailes prefabricados y voces huecas y sin ninguna personalidad. Dentro de poco, habrá cadenas de montaje de CD´S, con cantantes incluidos. Ya los imagino en fila india: Tu rock, tu pop, tú algo étnico. Horario de nueve a seis con una hora para comer.
Es lunes y sólo quedan cinco días para el fin de semana. Espero que pasen rápido y llegue el domingo para quejarme otra vez.

domingo, septiembre 4

I - Puertas (Primera Parte)


1 hora y 13 minutos antes la gota pendía temblorosa del tubo de plástico, en una infructuosa lucha por asirse al recipiente. Tras unos instantes de esperanza, el líquido capituló dejándose caer al océano azul y negro que se abría a sus pies. Al recibir la gota la pupila se dilató como un oscuro pozo negro que trata de llenarse de agua de lluvia. La joven parpadeó dos veces extendiendo la sustancia por el ojo. Pasados unos segundos, unas raíces verdosas se extendieron por la iris azulada para convertir en un vergel el páramo nevado que la rodeaba. Se llevó las manos a la cabeza destrozándose el peinado. Casi notaba como atravesaba su retina y entraba en el nervio. Directa a su cerebro. Sus propios sollozos parecían venir de un universo alternativo. Bola Ocho era ahora un dibujo animado en dos dimensiones, y aunque su voz llevaba el ritmo adecuado, él parecía moverse a cámara lenta.

-Tu cerebro ha sido secuestrado. Ahora sé buena chica y cuídate. No vayas a morirte en alguna arteria de la ciudad.

Por un momento la joven intentó responder, pero su mente iba tan rápido que la frase quedó millones de años luz atrás.
**********************************************************

Las calles son las arterias de la ciudad.

Andrea odiaba esa metáfora, pero a la vez la atraía irremediablemente. Cuando escuchaba esa frase, no podía evitar imaginarla como un órgano latente en el que penetraban canales de un líquido verdoso y tóxico. La ciudad no era el corazón sano de un atleta, sino el pulmón canceroso de un fumador. Un gran pulmón que palpitaba envuelto en un manto de humo negro. ¿En qué la convertía eso a ella?. Tal vez en una célula de nombre absurdo cuya función era gritarle a su Amo que dejara el tabaco. Pero no. Ella no formaba parte de esa comunidad de glóbulos blancos y rojos que trabajaban en pro de un cometido que no llegaban a comprender. Ella era un virus. Una bacteria patógena. Un parásito que cuando revelaba su identidad era rechazado por el sistema.

Andrea no tenía muy claro a cuento de qué estaba pensando en anatomía interna, pero estaba segura de lo que buscaba. Como todo órgano lacerado, la ciudad se recomponía a diario. Cada herida infligida en su asfalto era regenerada de inmediato, y pronto surgían altos edificios plateados allí donde antes sólo había una cicatriz negra. Pero Andrea no buscaba demostraciones de arquitectura quirúrgica, sino los restos desechados de la operación. Edificios abandonados, historias olvidadas y viejas mansiones fantasmagóricas rodeadas de carteles corporativos. Un mundo paralelo de recuerdos yacía bajo el nuevo tejido de la urbe.

Andrea buscaba la puerta a ese mundo.
**********************************************************
1 hora y 47 minutos antes Andrea Wolf podría haber sido definida como un bello paradigma de discordancia. Su silueta cortaba la oscuridad de la calle como una espada echa de cristal al rojo vivo. El largo abrigo oscuro estilizaba aún más su figura. La bufanda blanca que protegía su cuello acompañaba a la melena negra en un baile cuya música marcaba el viento. Su hermoso estandarte, anunciado por el sonido rítmico que producían sus tacones con cada paso, era una declaración de guerra contra la terrible fealdad del barrio. En las antiguas urbanizaciones colindantes a la bahía de embarque no había lugar para la belleza.

No era la primera vez que venía, pero como en cada una de las otras ocasiones, tampoco sabía si sería la última. Los vio en un parpadeo. Tres figuras emergieron de un callejón imitando su paso. Evidentemente no les importaba tanto el camino como el caminante. Ella no incrementó su ritmo. No trató de huir. No se alteró lo más mínimo. Simplemente se limitó a sonreír cuando el primer lamento de dolor surgió a su espalda. Su Sombra no la abandonaba, y eso le resultaba irónicamente gracioso. ¿Desde cuando a un ángel le preocupa la seguridad de un demonio?. No necesitaba girarse para ver. Los gritos de pánico eran el relato fiel de la contienda. El tercer cuerpo cayó al suelo. Su Sombra. Su Ángel de la Guarda. Ojalá recordara su cara.

Los restos calcinados de la oficina de objetos perdidos se pudrían ante sí. Estaba cerca.
**********************************************************

Cuando tenía cinco años su casa estaba en obras. Todo estaba sucio y desordenado, y no encontraba a Elena por ninguna parte. Oía su llanto, pero era incapaz de encontrar la habitación de la que procedía. Cada vez que abría una puerta, el otro lado estaba bloqueado por un muro de ladrillos recién levantado. Abrió mil doscientas diecinueve puertas aquel día. Las contó. No volvió a ver a Elena, pero aún escuchaba su llanto.

Andrea aún no había descubierto si su hermana era o no real, ni si su batalla contra las puertas había sucedido de verdad o sólo era un sueño, pero tenía curiosidad por averiguarlo.

En cinco minutos había abierto tres puertas. No las elegía al azar. Cada una de ellas la llamaba con una voz diferente. La primera era la de un burdel con fulanas de los años 20, la segunda estaba tapiada y la tercera daba a un parque de atracciones de columpios oxidados, que tarareaban al son de la brisa canciones chirriantes. Ahora Andrea hacía cola frente a la taquilla de un banco con la intención de abrir la puerta de la caja fuerte. No tenía ni idea de cómo convencer a los guardias armados de que la permitieran pasar, por lo que estuvo a punto de pedir ayuda al Hada Madrina que esperaba frente a ella.

¿Hada Madrina? Se recriminó a sí misma en voz baja. Empezaba a sufrir los efectos secundarios del Secuestro. Tenía que concentrarse. Cuando empezaba a desesperar, Su Sombra le susurró al oído el plan perfecto.
**********************************************************

1 hora y 31 minutos antes acarició la madera con los nudillos. Nunca llamaba con demasiada fuerza a la puerta, ya que temía echarla abajo. No era una mujer fuerte, pero aquellas tablas debían de haber salido del manzano de Adán y Eva. Pasos provenientes del otro lado anunciaron la inminente apertura del sello que cerraba el vano. La puerta se separó de la jamba todo el espacio que le permitía la cadena de seguridad. Una cara desconocida surgió de la oscuridad y preguntó.

-¿Y tú quien coño eres?

Andrea elevó la mirada para estudiar la cabeza que se alzaba medio metro sobre ella. El hombre no debía tener más de treinta años, y de su tupida cabellera peinada a lo afro, tan sólo surgían unas anacrónicas gafas de pasta y una afilada nariz.

-Me lees el pensamiento.

-¿Vendes algo?

-Predico la palabra del señor entre los infieles y los pobres de corazón.

Una expresión de extrañeza se adivinó tras el grueso cristal de sus anteojos.

-Guapa, si tú eres una enviada de Dios...

Andrea levantó su mano enguantada haciendo callar al cancerbero.

-Nadie. Ha mencionado a Dios.

-¿Pues entonces qué...?

Andrea volvió a alzar su mano, se despojó del guante y tocó el pomo de la puerta. La cadena que aseguraba la entrada cayó fulminada al suelo ante el asombro del espigado portero.

-Me llamo Andrea Wolf y busco al Señor Saltos.

Antes de que el eco de sus palabras se hubiera perdido entre las paredes, la mujer ya había entrado.
**********************************************************

El sol bajó del cielo a las riendas de una cuadriga tirada por harleys para beber de una fuente, a cuyas orillas pescaban estatuas de héroes de la antigüedad.

Evidentemente no todo lo que veía era real. Y no era por el Secuestro. Siempre había sido así. Con el tiempo Andrea había aprendido a diferenciar lo que la gente aceptaba como verídico y aquello que consideraba que sólo podía salir de una mente insana. Andrea diferenciaba las reacciones de la gente y se acomodaba a ellas, pero sinceramente era incapaz de distinguir si los procesos de su cerebro respondían o no ante factores tangibles.

Una piedra la adelantó a toda velocidad. Por un momento creyó ver unas diminutas piernas que propulsaban la roca , pero al girarse se dio cuenta de que Su Sombra la había pateado. La silueta hizo un gesto de disculpa y gritó algo que Andrea olvidó de inmediato. Siguió caminando. Su Sombra la seguía con las manos en los bolsillos, y aunque la mujer no recordaba su cara, seguramente luciría una expresión de aburrimiento. Andrea no entendía por qué. Lo de la caja fuerte había sido divertido.

Un susurro interrumpió la carcajada rememorada de la joven. Se detuvo y con sus pasos también cesaron los de su acompañante. Ambos quedaron en silencio entre el estruendo de la calle. Cerró los ojos y todo lo que no era el murmullo desapareció. Existían sonidos que no se escuchaban con los oídos. Andrea se concentró en la voz y se dejó guiar por ella. Atravesó la carretera ante los bocinazos sordos de los conductores hasta llegar al otro lado. La escalinata terminaba en una imponente entrada. La puerta volvió a susurrar.

-A través de mí llegas a un llanto procedente de otro mundo.

Normalmente Andrea desconfiaba de la naturaleza traidora de las puertas, pero aquella tenía algo de especial. Salvo para sus ojos, no existía para nadie más.
**********************************************************
(Continuará)

Foros web gratis
Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog Add to Technorati Favorites